En busca de la leyenda de Tunupa
En busca de la leyenda de Tunupa
El 6 de agosto de 1825 se fundó Bolivia como nación, por ese motivo Proyecto Argo se unió a la celebración del bicentenario de nuestro país hermano con una inolvidable expedición. Bolivia sigue siendo un lugar de máximo interés para los verdaderos viajeros. Ubicado en el interior del continente sin salida al mar y rodeado por cinco países, atrae a aventureros de todo el mundo por sus impresionantes paisajes andinos y selváticos, sus gentes amigables, su fascinante historia y sus ricas tradiciones y gastronomía.
Comenzamos nuestro periplo en la región oriental del país, en concreto en Santa Cruz de la Sierra, fundada el 26 de febrero de 1561 por Ñuflo de Chaves, la ciudad más grande de Bolivia; donde conviven su importante legado español con una incipiente modernidad y un interesantísimo crisol multicultural. En Santa Cruz se mezclan inmigrantes del altiplano con cruceños modernos, menonitas con residentes japoneses o chavales góticos con colonos brasileños… Un imprescindible primer contacto con el país.
“La Ruta del Che” fue la siguiente etapa, visitando primeramente el refugio de Puente de Palermo y posteriormente Vallegrande dónde se muestra la historia de la guerrilla organizada por el Ché en Bolivia. La lavandería del humilde hospital donde exhibieron sus restos, la morgue y la gruta mausoleo donde fue clandestinamente enterrado fueron parte de nuestro recorrido.
El viaje continuó hacia Sucre, capital oficial de Bolivia, fundada El 29 de septiembre de 1538, bajo el nombre de Ciudad de la Plata de la Nueva Toledo por Pedro de Anzures. Conocida como la “Capital Blanca de América” por sus bellos edificios y casas pintadas de blanco, fue declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad el 13 de diciembre de 1991 por sus valores históricos, culturales y el mantenimiento de su estilo arquitectónico colonial.
La Villa Imperial de Potosí en el sudoeste de Bolivia fue el siguiente destino. Fundada el 1 de abril de 1545, por Juan de Villarroel, Diego de Centeno, Luís de Santandía y Pedro de Catanieto. Situada en la faldas del Sumaj Orkho o “Cerro Hermoso” lugar venerado por las culturas andinas prehispánicas como una waca sagrada. Este majestuoso cerro se asemeja a un inmenso hormiguero con más de 5000 bocaminas que aún en la actualidad brindan sus riquezas. La visita de una de estas minas fue una experiencia que difícilmente olvidarán los argonautas.
Seguimos nuestro periplo con la llegada al punto culmen del viaje: la visita de tres días completos al Desierto de Siloli y al mítico Salar de Uyuni; unos de los lugares más increíbles del planeta. Recorrimos en vehículos 4×4 todos sus rincones descubriendo la leyenda que vincula al volcán Tunupa con la creación de este paisaje sobrecogedor, el desierto de sal más extenso del mundo, con una superficie de 10.548 km2.
Finalizó nuestra aventura en la Chiquitanía boliviana, recorriendo las misiones jesuíticas de Concepción y San Javier, unas visitas que a nadie dejaron indiferente tanto por su belleza como por su increíble historia, cuyo legado se refleja imperturbable aún a día de hoy.
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